Ha llamado mucho la atención entre la opinión pública en los
últimos días, la sonrisa de la Princesa de Asturias, Leonor, que evidencia una
falta de dientes, concretamente los caninos superiores que, a su edad, -17
años- ya deberían haber erupcionado.
Muchos expertos consultados, aducen a una “Agenesia” que no
es, sino, la ausencia congénita de dientes.
Esto se da por un proceso de evolución humana que, mas bien
diría, de involución humana por cuanto, nuestros antepasados prehistóricos al
tener una alimentación que no era cocida, ya que era en base a verduras y
carnes crudas, poseían más dientes de los que actualmente poseemos.
Un ejemplo de esta “involución” son los molares que, de
acuerdos a hallazgos arqueológicos, poseíamos 4 en vez de los 3 que ahora
tenemos. Así mismo, le siguen en orden, los incisivos laterales y luego, los
caninos, justamente por la diferente alimentación que ahora consumimos,
mayormente cocida, lo que hace que casi no tengamos que masticar, repercutiendo
en la desaparición de estas piezas por falta de actividad.
Ahora bien, si alguno de nuestros familiares o amigos
presenta esta situación hay que evaluar bien con diversos factores porque puede
ser que, radiográficamente, sí se aprecien estas piezas pero que están en mala
posición y dentro del hueso, por lo que sería necesario recurrir a una
ortodoncia para posicionarlos adecuadamente o, si es imposible hacerlo,
extraerlos para luego reemplazar dichas piezas mediante prótesis fijas o
removibles.
Sería ideal que la princesa se haga ver con un profesional de
la odontología para solucionar este problema, ya que incluso, parece estar
afectando en su crecimiento óseo por cuanto, personalmente, puedo apreciar un ligero
pero preocupante prognatismo mandibular, debido, seguramente, a la falta de
estimulación ósea que provoca la erupción de los caninos superiores.
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