Vienen a la consulta pacientes, especialmente jóvenes, con problemas de malposición dentaria a pedir presupuestos de ortodoncias, por tal razón, intentaré resumir de forma comprensiva para el paciente de qué se trata este tipo de tratamientos.
Como se sabe, las ortodoncias son los llamados antiguamente “frenillos”
o “braketts”, las mismas que pueden ser de dos tipos, fijas o
removibles.
Las removibles suelen usarse más frecuentemente en niños ya
que sus huesos son más elásticos por lo que los movimientos que se realicen son
más rápidos que, aunque suelen ser muy incómodos, se realizan para
tratamientos sencillos y de corta duración.
Luego tenemos las fijas que son los “braketts” propiamente
dichos (del inglés, traducción de “frenos”) y son pequeños aditamentos metálicos
(aleación normalmente de níquel, cromo y cobalto) o los estéticos blancos/transparentes
(cerámicos-porcelana o zafiro) que se adhieren a la superficie de los dientes a
los que luego se les “enganchan” los arcos o trozos de alambre, los mismos que
se activan con diversos torques para provocar el movimiento de los dientes y acomodarlos
en su posición correcta.
Por último y dentro también de las removibles, tenemos los revolucionarios “INVISALIGN” o “Alineadores invisibles” que son unos dispositivos transparentes y blandos los mismos que provocan movimientos programados sobre los dientes por lo que requieren ser cambiados cada cierto número de días. Han significado, como he indicado, una verdadera revolución ya que evitan las molestias y dolores clásicos de los braketts.
Para saber qué tipo de ortodoncia necesitamos es necesario, como siempre, acudir a su dentista de confianza para que, evaluando cada situación particular, determine el tratamiento ideal.
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