A menudo,
acuden a la consulta dental pacientes que, motivados por la abundante
publicidad tanto en la prensa como en las redes sociales, a que se les coloque
uno o varios implantes en su boca, sin considerar que muchos no son buenos
candidatos a portarlos.
Por lo mismo,
resumiré las contraindicaciones más importantes para tener una idea del mismo.
Para empezar, depende la condición sistémica del paciente, es decir, que no
sufra enfermedades graves como la diabetes o la osteoporosis, por ejemplo, o si
no ha recibido radioterapia o quimioterapia para el tratamiento del cáncer, ya
que ellos influirán negativamente en la calidad del hueso que portará el
implante.
Y este hueso debe gozar de una salud aceptable.
Por otro lado, también influyen los hábitos. Un fumador empedernido,
generalmente arrastra problemas de higiene y, tener una buena higiene, también
influirá en el mantenimiento adecuado de los implantes ya que los tejidos que
lo rodean deben ser fuertes y sanos.
Además, pese al bombardeo de la publicidad, no es que el precio abarca
solamente la colocación del implante y la corona, sino que previamente, se debe
constatar si existe una buena cantidad de hueso que, de no ser así, se tendrá
que recurrir a injertos óseos o de tejidos blandos los mismos que incidirán en
el tiempo y en el costo final del tratamiento.
Por todo lo anterior existen, entonces, alternativas muy buenas tanto en
prótesis fijas como removibles.
En fijas, como las prótesis de metal cerámica y las revolucionarias, de zirconio
que, al no tener metal lucen muy naturales. Lógicamente, éstas requieren de un
soporte dental, tal como lo muestra el vídeo.
Y las removibles, que son las que comúnmente se conocen como "de sacarse y
ponerse", son más económicas, pero las hay con materiales muy resistentes
y biocompatibles que las hacen fácilmente adaptables y cuyas bases se asemejan
mucho a la encía natural.
En conclusión, es necesario solicitar toda la información al profesional,
para colocarse la mejor prótesis que se adapten a nuestras necesidades.
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